
Obispo y Mártir. Patrono de los cazadores y enfermos de garganta.
San Blas nació en medio de una familia acaudalada y de padres nobles; fue educado cristianamente.
Durante algunos años fue médico y siempre le hablaba de Jesús a sus pacientes.
Una vez, una mujer, con cu hijo agonizante por una espina de pescado atravesada en la garganta, se arrodilló ante el santo y le rogó que lo salvara. Blas colocó sus manos sobre la cabeza del niño y rezó. El niño se curó inmediatamente.
Se consagró como Obispo cuando todavía era muy joven.
Al comenzar la persecución a los cristianos, por inspiración divina, se retiró a una cueva en las montañas, frecuentada por fieras salvajes, a quienes el santo los atendía y curaba cuando estaban enfermos.Por las noches bajaba de incógnito a la ciudad para llevarla la Santa Eucaristía a los presos.
Poco después, unos cazadores fueron en busca de estos animales para el anfiteatro, pero San Blas los espantó y entonces fue capturado. Al enterarse que era cristiano, fue conducido ante el gobernador Agrícola, quien lo mandó a azotar y encerrar en un calabozo, privado de alimentos. Luego, fue torturado para que renegara de su fe, pero el santo se mantuvo firme, e incluso rezó por sus verdugos por lo que se dio orden de ser decapitado. Cuando lo llevaban hacia su ejecución, iba bendiciendoa la multitud y curando los enfermos.
Breve oración: Escucha, Señor, y alivia, por intersección de tu mártir San Blas, el dolo de los niños que sufren males de garganta. Amén.
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