jueves, 11 de agosto de 2016

Santa Clara de Asís (1193 - 1253)



Santa Clara nació en Asís el año 1193, y venía de la familia del Conde Sasso Rosso.
A los 18 años, en la noche del domingo de ramos, Clara había abandonado su casa, el palacio de sus padres, y estaba en la iglesia de Santa María de los Ángeles. La aguardaban san Francisco y varios sacerdotes, con cirios encendidos, entonando el Veni Creátor Spíritus.
Dentro del templo, Clara cambió su ropa de terciopelo y brocado por el hábito que recibe de las manos de Francisco, que cortó sus hermosas trenzas rubias y cubrió la cabeza de la joven con un velo negro. A la mañana siguiente, familiares y amigos invadieron el templo, rogaron y amenazaron. Pensaban que la joven debería regresar a la casa paterna. Gritaba y se lamentaba el padre. La madre lloraba y exclamaba: "Está embrujada". Era el 18 de marzo de 1212.
Clara despertó la vocación de su hermana Inés y, con otras dieciséis jóvenes parientas, se dispuso a fundar una comunidad.
La hija de Favarone, caballero feudal de Asís, daba el ejemplo en todo. Cuidaba a los enfermos en los hospitales; dentro del convento realizaba los más humildes quehaceres. Pedía limosnas, pues esa era una de las normas de la institución. Las monjas debían vivir dependientes de la providencia divina: la limosna y el trabajo.
Corrieron los años. En el estío de 1253, en la iglesia de San Damián de Asís, el papa Inocencio IV la visitó en su lecho de muerte. Unidas las manos, tuvo fuerzas para pedirle su bendición, con la indulgencia plenaria. El Papa contestó, sollozando: "Quiera Dios, hija mía, que no necesite yo más que tú de la misericordia divina".
Lloraban las monjas la agonía de Clara. Todo era silencio. Sólo un murmullo brotaba de los labios de la santa:
- Oh Señor, te alabo, te glorifico, por haberme creado.
Una de las monjas le preguntó:
- ¿Con quién hablas?
Ella contestó recitando el salmo.
- Preciosa es en presencia del Señor la muerte de sus santos.
Y expiró. Era el 11 de agosto de 1253.

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