jueves, 16 de junio de 2016

San Juan Francisco Regis (1579 - 1640)



San Juan Francisco Regis nació en el año 1579 en Narbona (Francia). Era hijo de Jean Régis y Margarite de Cugunhan y estudió en el Colegio Jesuita de Béziers. A la edad de 19 años comenzó a sentir desinterés por a vida mundana.
Entró en el noviciado de Toulouse el 8 de diciembre 1616. Demostró tal fervor que uno de sus compañeros comenta: "Juan Francisco se humilla él mismo hasta el extremo, pero demuestra por los demás un aprecio admirable". Su compañero de habitación un día lo acusó ante su superior diciendo que pocas horas eran las que dormía y que se pasaba largos ratos rezando en la capilla, a lo que el Padre Rector respondió: "No le impidas sus devociones. No te opongas a sus comunicaciones con Dios. A mi me parece que este joven es un santo y que un día nuestra Comunidad celebrará una fiesta en su honor". Palabras que finalmente resultaron proféticas.
Se ordenó a los 33 años como sacerdote. Enseñó gramática en los colegios de Millau de 1619 a 1625, de Le Puy en Velay de 1625 a 1627 y Auch de 1627 a 1628, tras lo cual pasó largos años predicando entre los pobres en zonas controladas por los hugonotes, viviendo en el colegio jesuita de Montpellier. A este trabajo le dedicó tal energía que sus compañeros exclamaban: "Juan Francisco hace el oficio de 5 misioneros".
En 1634, se puso a disposición del obispo de Viviers. Le ayudó en la visita a los pobres de la zona sur de la diócesis. Es en las escarpadas montañas de Boutières particularmente mostró sus cualidades como misionero. Atrajo a la gente por su gran bondad y sus palabras sencillas. Su estilo de predicar era sencillo y directo, excelente para el entendimiento de los analfabetos. Sus sermones atraían a muchas personas, incluso a herejes; por lo que los oyentes comentaban: "Este padre no dice solamente lo que sabe, sino que parece que lo que está diciendo lo estuviera viendo".
Fue acusado por algunos Doctores ante el superior de los Jesuitas diciéndole que predicaba muy burdamente, que así deshonraba la dignidad de predicador. Ante estas acusaciones, el Superior Provincial fue a escucharlo y quedó profundamente impresionado, a lo que respondió a sus acusadores: "Ojalá quisiera Dios que todos los misioneros predicaran con toda unción como este sacerdote. El dedo de Dios está aquí. Si yo viviera en esta región, no me perdería ni un solo sermón de este padre".
Estableció refugios para prostitutas y trabajó con las víctimas de la plaga en Toulouse. Estableció la Confraternidad del Bendito Sacramento.
En 1636, lo designaron en Le Puy en Velay. En el verano, trabaja en la ciudad, y durante el invierno se fue en una misión en las montañas.
El 23 de diciembre 1640 se puso en camino con un muy malos tiempos hacia las montañas. En el frío y la tormenta de nieve, contrajo pleuresía. En la mañana del 24 de diciembre, se dirigió a la pequeña iglesia de La Louvesc y comenzó su misión. Durante tres días de Navidad, trabajó incansablemente.
El miércoles, 26 de diciembre, después de la misa de las dos de la tarde, no puedo ir al confesionario por la cantidad de gente que había dentro de la iglesia, y como se encontraba cerca del altar y comenzó a confesar desde allí. Por la noche, se tambaleó y calló. Fue llevado al médico, y durante cinco días luchó contra la enfermedad.
El 31 de diciembre 1640, un poco antes de la medianoche, dijo al hermano Bideau "he estaba en mi peor momento." Y en seguida, "Oh mi hermano, veo a Nuestro Señor y a Nuestra Señora que me abrieron el paraíso". Finalmente dijo las palabras que Cristo expiró en la cruz: "Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu." Después de haber terminado estas palabras, también acabó con su vida.

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